- Tienes un virus o pierdes datos de tus clientes.
- Secuestran tus sistemas informáticos, sistemas de automatización, etc.
- Toban los datos de tus clientes, uso fraudulento.
- Pierdes información o documentación valiosa para la continuidad de tu negocio.
- Te reclaman terceros por los daños que les hayas causado.
- Tienes una denuncia en la Agencia de Protección de Datos.
Desde mayo 2018 es obligatorio para las pymes y autónomos que tienen datos de sus clientes hacer un plan para adaptarse al nuevo Reglamento de Protección de Datos.